Charley Baileygates lleva 17 años patrullando las carreteras de Rhode Island, tiene tres hijos negros y un carácter amigable. Demasiado. Todo el mundo le pasa por encima. El lo soporta como puede hasta que un día la cosa revienta. Charley no existe más: de su subconsciente aparece Hank, un sujeto patudo, grosero y muy agresivo. La situación está bajo control, pero la jefatura le encarga que cuide de Irene, una mujer de armas tomar que no está para aguantar cambios de personalidad.
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